Y salió del agobiante sueño.
Donde las ardientes sombras se arrastraban por el interminable suelo.
Sin llegar a ninguna parte.
Sin consumar el deseo de poder ver su cara.
Solo allí a lo lejos como un pequeño punto de luz aparecía su rostro.
¡ Que dificil alcanzarlo !
¡ Que dificil tocarlo de nuevo !
Desaparecía y aparecía entre las brumas de un océano eterno.
Donde no hay rosas en el cielo,
ni castillos de arena en el desierto.
Donde la vida no es vida ni el tiempo camina porque no hay tiempo.
Y salió del agobiante sueño.
Lleno de sombras y miedos.
Y al abrir sus ojos respiró feliz al sentir al lado su cabello.
Se abrazó muy despacito , se acurrucó en su pecho.
Y con la luz del dia volvió a ver su rostro bello.
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