Mi bosque lleno de altos espectros secos se alzaba buscando la luz.
Seco,sordo,mudo, yermo.
Escuché pisar las hojas secas donde nunca oía nada.
Y tú, bufón caminante sin rumbo,
te adentraste para urgar las entrañas con tus locos cantos.
Con tus semillas blancas.
A cada paso que dabas brotaba un tallo fresco, una hoja una rama,
Abriendose paso ante tanto espectro.
Dando olores a tomillo,romero y jara..
Y se abrió el telón.
La función ya comenzaba.
La locura llegó como un viento fresco, cada vez que cantabas.
Y los rayos del sol poco a poco se adentraban.
Cuando todo florecía en el alma atormentada..
Una nube apareció, cargada de pócima negra, malsana, brava.
Ante la amenaza mi bosqué cerré.
Para proteger los tallos,las hojas y ramas que de tus cantos brotaban.
Y saliste de mi bosque presintiendo la amenaza.
Tu tez se volvió triste, ya no cantabas.
Y se cierra el telón.
Este cuento aquí se acaba.
Ahora soy soy quien canto a mis tallos, flores y ramas.
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