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viernes, 7 de junio de 2013

EL VIEJO RINCÓN



Un tiempo sintió su calor.
Cuando sus manos hilaban.
Noches de cantos de grillos.
Al buho, escuchaba en su rama.


En el pequeño aposento..
Sus manos se marchitaban.
Las estrellas, de candil.
La luna, su luz plateada.

El dia se la llevó.
Entre nubes se elevaba.
Solo a dejado su silla.
Donde al sueño eterno esperaba.

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