Cuán amargo se tiñe el sentimiento de libertad.
Fantasma de un pasado entre cuatro paredes.
Que no se aleja, ni ve la luz.
Aún permaneciendo en la sombra,
diambula imaginando su próxima treta.
Sigue tramando su venganza.
Odio que le hace corrúpta y negra el alma.
No descansa, diambula por las calles
entre pasos entrecortados.
Oprimen sus piernas las cadenas de su mente.
Su mal es un virus que infecta a su gente.
Maneja sus mentes para su fin.
No descansará ni con su muerte
ni me dejara mientras viva descansar a mi.
Y le pido a los dioses
que le aparten de mi entorno.
A mi Dios que le aparte de los mios,de mi.
Que reciba su castigo el mal nacido.
Pues paz solo tendré cuando se aleje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario