Como batir de alas agitaba sus brazos
ante la dulce espera ansiada.
Atfixiante abrazo con el que le deleitaste.
¡Ay errante caminante!
No mas adios ni olvido ante el regreso esperado.
Ya no extravía la mirada.
Ni el suspiro anhela nada,
Ni interminables noches mirando las estrellas.
Ya no hay sombras en su vida
Ahora todo es una flor ¡Es la primavera!